viernes, 30 de mayo de 2008

Bondless


Aquí no hay invitaciones; ni sugerencias, ni breves introducciones; nada que dilucidar.

Encontraba me en medio de sábanas que colgaban del techo; fuentes que emanaban de pasos futuros con algo de angustia, con algo de hipocresía. Sentía como el reloj dejaba de palpitar para mí, como las horas volvían el aire mas espeso y como jugaban con mí sentir; como una vez mas me hacían su festín.

Máscaras, disfraces para cualquier ocasión; eso es todo lo que llena el armario; su armario, eso es lo que mi retina entremezcla al anochecer. No sé que disfraz estará utilizando esta noche, ni quien caerá en su antagónica sombra, ni que ritual se llevará a cabo; sólo sé que soy espectador de las mentiras que adornan su frente y que vulgarizan el sentir; que destruyen los tejidos del alma, que tiñen de malva el amanecer.

Nunca he trabajado a favor de mentiras, ni de maquinar redes que llenen un cáliz de absoluta nada; pero ahora, sumergido en amargura; soy devorado por crueles Dioses sin alma, que juegan con su comida antes de escupirla.

Vulnerable; sí. Vulnerable por no ocupar sus máscaras, por no bailar al compás de las sábanas cubiertas de lascivo deseo y carentes de profundo sentimiento. Culpable e ingenuo, absurdo y esperanzado; títere sin hilos en un baúl de anhelos. Cubierto de hiel se espera el deceso.

lunes, 26 de mayo de 2008

Rainy days and Mondays


Abrí la ventana y esperé a que el aire disipara el pensar; curioso, pues mi objetivo era preguntarme un sin fin de cosas que me daban vuelta desde hace un rato, para que así mi cabeza no fuese tan rápido, para que el mareo fuera decrescendo.

Era temprano, debe haber sido entre las ocho o nueve de la mañana y yo estaba esperando no sé qué, de no sé donde; para tranquilizarme, eso sí lo tenía claro, quería respirar hondo y no podía. Hubiese sido bueno cantar, eso me habría liberado en un pálpito; pero la hora no me acompañaba, habría sido suicidio para las cuerdas que se encontraban en frío.

¿Qué me quedaba por hacer? Tenía preguntas y enunciados dirigidos a la nada de mi habitación, pero claramente podían ser resueltos más tarde; no por mí, claro, pero sí por quien guarda secretos en jardines lejanos.

Pasaban los minutos, el frío entraba por la ventana y yo sin respuesta alguna; solo con la mirada algo turbada, fantasiosa y anhelante.

Habían cosas que aguardaban por mí, era un día como tantos otros y único en su tipo a la vez. No suelo ser de las personas que van con la mirada perdida, pero esa mañana era inevitable sentir que mi cuerpo estaba siendo movido por hilos; hilos que quería cortar para avanzar a paso enérgico.

Me vestí; me puse el abrigo y el gorrito que compré hace un tiempo, el cual me hace parecer de esos niños de orfanato de Londres. Sonreí frente al espejo y escapé con la lluvia. Las preguntas podían esperar un tiempo más ,puedo con ellas un poco más.

domingo, 25 de mayo de 2008

Nessum Dorma! (Nadie Duerma!)


Me torné gris por un segundo. Mis ojos se volvieron nébulas, manifestaban dudas silenciosas que de a poco se tejían. Suspiré dentro ; mi voz se volvió tenue ,no quería despertar a los duendes que confabulan contra la humanidad. Me volví roca humana y pedí a la noche que callara conmigo,que se detuviera frente a la intranquilidad y que juntos contemplaramos la llama por la cual temía extinción.

Nadie dormirá esta noche,prometió Morfeo junto a mi almohada.